domingo, 1 de febrero de 2015

Amorfo (América 1 vs Tigres 0)


En una tarde de sol para postal Las Águilas volvieron a hacer de local por segunda fecha consecutiva y recibieron a unos inestables y desacelerados Tigres en lo que fue el cuarto partido oficial de la era de Gustavo Matosas al frente de la escuadra azulcrema.
Aunque muy tenue, ya se puede empezar a mirar la mano del entrenador en el equipo; en la forma de buscar afanosamente el balón desde la salida del rival, un sello del uruguayo. Y también, el juego vio aparecer la que quizá sea la movida más inteligente del DT hasta ahora: la lógica decisión de prescindir de un mediocampista ofensivo como Arroyo, para darle cabida en el esquema a un segundo mediocampista central en la figura del irregular paraguayo Martínez.
El sensato movimiento, paradójicamente, resultó en la exhibición más pobre del conjunto águila en lo que va del certamen.  América, como en todos los partidos hasta ahora, inició con la suficiente decisión de adueñarse del trámite del juego. En otra situación que comienza a hacerse costumbre, fue de nuevo Quintero quien, con toda su velocidad y aún con sus frecuentes malas decisiones en la última jugada, el distinto en el equipo de Coapa. Con un Oribe con el switch abajo, Benedetto participando más en el finiquito que en la elaboración, Sambueza apenas volviendo a su posición original y el conjunto de estos aún en franca etapa de conocimiento, América le debió sus oportunidades más claras en el partido al buen pie de Darwin, la magnífica presión de sus mediocampistas y las paupérrimas salidas del cuadro bajo felino.

Llegó el primero de Benedetto

Después de la anotación, América no volvió a inquietar. Las ideas y el futbol brillaron por su ausencia, y aunque Tigres empujó más a base de ganas que de buen juego llegando incluso a tener su gran oportunidad en el ocaso del segundo tiempo, esta fue neutralizada por un siempre confiable Muñoz.
América aún tiene mucho tiempo por delante; el entrenador ha dado un paso importante para la construcción de un sistema funcional al detectar una de las falencias del equipo y resolverla en base a la lógica. No es la única, pero es tal vez la más importante. Aunque América ha ido de más a menos en cuatro jornadas, es la magnífica calidad de la mayoría de sus futbolistas la que ha cosechado puntos y deberá seguir haciéndolo, pues eso significará a su vez, tiempo para que el entrenador termine de aterrizar su idea y se pueda comenzar a ver en la cancha un equipo que no solo gane, sino que también sea capaz de desarrollar un mucho mejor juego en el campo de acuerdo a las herramientas que hay en el plantel. Pues hasta ahora el buen juego ha estado ausente.

Hemos visto un equipo amorfo; con mucha voluntad y músculo pero poco seso. Será trabajo del entrenador convertir este Rocky I en Rocky III (?)


 #HastaElMásCucoTerminaRatoneando

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