martes, 29 de julio de 2014

América 2 vs Tijuana 1: Hey ho, let’s go!



 
La alegría de remontar

América volvió de local y arrancó. Le tomó cuarenta y cinco minutos a Mohamed darse cuenta de lo que ya era evidente: este equipo no puede jugar con cinco defensores y un mediocampista solitario para recuperar el balón. No puede, y no por alguna cuestión de “deber” o de “filosofía”; porque de poder sí que puede. Hablamos del impedimento en cuanto a la funcionabilidad de jugadores para puestos específicos. Guerrero es un auténtico peligro jugando sólo en mediocampo, dos partidos después ha quedado más que claro. La lateral izquierda cubierta por Mares lo hizo mal pero tampoco es que Layún lo pueda hacer mucho mejor. Por simple lógica matemática, es más fácil coordinar dos que coordinar tres, y esto se ejemplifica con la línea de centrales, que juntos se vieron fatal, pero con la remoción de Valenzuela (el peor, lejos, de todo el plantel) el aparato defensivo  tuvo una mejora sustancial entregándonos el par de defensores (Pablo Aguilar y Paolo Goltz) grata segunda mitad. 

Poco a poco y con los resultados a favor.

Mohamed sabe su profesión, no en vano ha salido campeón en países distintos y de torneos tan dispares: corrigió sobre la marcha y como pudo este desbalance de la primera mitad y para la segunda parte entregó un equipo aguerrido, ligero y con mucha más idea de qué hacer con el balón.
Gratísimo resultó mirar la salida limpia y por abajo del equipo siempre en la segunda mitad, a un Sambueza que cada que la tuvo tomó la mejores decisiones, la buena creación de un ataque por los costados que desafortunadamente no encontró la mejor de las resoluciones por parte de los rematadores. América fue mejor que Xolos y el cuadro de Farías no quiso saber más del partido, se replegó (más que en el inicio) y se le terminaron las piernas de corretear azulcremas por la banda y siempre contra su arco. América y su DT lo buscaron, lo pelearon, primero lo empataron y al final lo ganaron con fútbol y coraje, cosas esenciales que comienza a mostrar este equipo y que de hacerlo con regularidad los acercará a la temporada que todo aficionado sueña.

No terminamos sin dejar de reconocer nuevamente la importante labor de Peralta para la creación de juego del equipo. Un individuo que siempre retuvo y descargó correctamente en la mayoría de sus apariciones y que fue de suma importancia para el volumen de juego americanista, jugando por dos en el primer tiempo, pues Rey deambuló por el campo. Por otro lado, Jiménez, hoy por hoy el único delantero con capacidad goleadora regular, aportó y pesó desde su entrada. Su hipotética marcha a Europa tendrá preocupado al Turco, que en Rey no encuentra al compañero ideal de Peralta y que podría depositar su confianza en un juvenil y hambriento Zuñiga, que comienza a levantar la mano con goles en la sub 20.
Por lo pronto, como dice el himno punk rocker veloz, alegre y ágil: Hey ho let’s go! Arrancó América. Con una segunda mitad con parado simple y natural como los tres acordes ramonescos.

Seguramente vendrán juegos diferentes y resultados diferentes, aun es temprano en el torneo para ganar todos, pero la evolución y el mejoramiento del funcionamiento del equipo tiene que continuar. 

lunes, 21 de julio de 2014

León 1 vs América 2: Ganar sin que mucho haya cambiado

Este partido América ya lo había jugado. Ya lo había jugado y lo había perdido.  Fue a Torreón en la vuelta de los cuartos pasados, se plantó igual y se volvió a casa con más pena que gloria. ¿Cambio algo de aquella vez con respecto al sábado pasado contra León?

Sí y no.

Sí porque América desdobló con mucha más velocidad cuando se recuperó el balón y para defendernos tuvimos nuevos actores: Goltz, Guerrero y Martínez. El primero de inicio titubeante (normal para su primer partido) pero ilusionante conforme fueron avanzando los minutos. El segundo, Guerrero, de un primer tiempo para rescindirle el contrato y que, como todos sus compañeros, mejoró notablemente con el ingreso de Molina y el doble cinco en medio. Y el último, Martínez, que es quizá el único jugador en el mundo que a pesar de marcar los dos goles de la victoria de su equipo no fue, ni cerca, el mejor. Martínez podría ayudar mucho más si supiera jugar al fútbol. Sí fuera lógico y natural. Si, como en el primer gol, inicia y acompaña la jugada. Pero siempre será Osvaldito. Siete vidas tiene un gato y nunca pasa de corretear ratones.

Y no, porque el trámite, por grandes lapsos, volvió a ser el mismo. Porque León intentó, aunque con debilidad, penetrar la defensa y lo logró siempre en la primera mitad. No cambio nada porque Muñoz nos volvió a salvar. Porque con esa alineación la línea de cinco retrasa más de lo que ayuda al progreso del equipo. Porque el balón siempre estuvo más cerca del arco de Muñoz que del contrario. Porque en la mitad no se recuperaba un balón ni por error hasta que ingresó Molina y el equipo creció. Fueron escasos 5 minutos en los cuales el equipo modificó su parado táctico: 4 atrás, improvisando a Pablo Aguilar como lateral por izquierda. América controló el esférico en campo contrario y creó más juego que en todos los minutos previos. El problema fue, claro, que cuando se tuvo que defender por izquierda no se hizo con eficacia y en el banco rápidamente se corrigió marchando de vuelta a los 5 en el fondo.

Con la ilusión de volver a ser campeones


Cosas claras dejó este partido: Se estará mucho más cerca de conseguir buenos resultados haciendo fuerte el medio campo y teniendo coherencia a la hora de formar la defensa. Que Sambueza es, indiscutiblemente, el diferente del equipo y que Peralta, con el compromiso, la jerarquía y lo digno que se mostró el sábado, puede ser más importante que los restantes delanteros juntos.
Una victoria importantísima que tenía que conseguirse sí o sí para dar confianza y tranquilidad al grupo, además de solidificar la posición del DT. Con la capacidad en el banquillo y los jugadores que se tienen la mejora se tiene que ir dando poco a poco. Hasta ahora fueron tres puntos, esperanza y de paso, una palmadita para los del bajío con delirios de grandeza.
Viene Tijuana en el Azteca; a volver a hacerse fuertes de local con la exigencia de que este equipo debe progresar.