domingo, 25 de enero de 2015

Ideas ausentes (América 0 vs Puebla 0)




Aunque no eficaz los noventa minutos de partido, el amontonamiento defensivo de Puebla bastó para que al equipo local se le fueran secando las ideas con el correr del tiempo.  Con el envión anímico del silbatazo inicial en una cancha totalmente a favor, América fue para delante desde el principio, basándose en el talento de sus hombres ofensivos y con la posibilidad de posicionar prácticamente todas las líneas en el campo del rival, gracias a la poca, por no decir nula, amenaza ofensiva poblana. Las Águilas hallaron, esta vez en el Científico del Gol, su mejor arma para superar las líneas enemigas y gracias a una desequilibrante primera parte del colombiano, encontraron sus mejores chances para marcar. Quintero entendió la primera parte como ningún otro de sus compañeros; siempre con veloz y hábil, pero con la calma precisa para el último quiebre y la visión de un pase entre líneas que pudiera colocar a alguno de sus compañeros de cara al marco, resultó el mayor peligro para la táctica visitante. Darwin por derecha, fue el dulce contraste a lo ocurrido por izquierda, en donde la presencia constante de tres hombres (Arroyo por posición, Sambueza por costumbre y Samudio subiendo la lateral) sirvió únicamente para anularse por sí solos, debido a una falta de coordinación e ideas por ese costado.
Son tan sólo tres jornadas apenas, pero parece que Arroyo, al seguir navegando en intermitencia, empieza a sobrar en un esquema al que le sobran hombres desequilibrantes y le faltan conductores. Si bien en la banca el DT no puede encontrar ninguna garantía, Osvaldo Martínez en lugar de Arroyo y Sambueza tomando su posición parece ser una modificación lógica que podría redituarle en una mejor distribución de balón y gente al frente por parte de Las Águilas.
Los dos últimos partidos de América, aunque con malos resultados, deben de proporcionar importantes certezas al cuerpo técnico. Es claro que el equipo requiere un mediocampo muchísimo más eficiente y elástico; y adelante no sirve la suma constante de hombres si estos no tienen muy claro qué hacer con el balón, pues el juego de equipo por las bandas aún no cuenta con pasadas ni coordinación de movimientos y la centralización del juego resulta ineficaz con tantas piernas y tan poca imaginación.

América tiene el balón, pero no termina por encontrar las rutas hacia el gol.  Al final, lo mejor (cuando no), fue El Diez errante que sólo ha podido volver a casa en múltiples disfraces, pero nunca más lo hará con su verdadera piel: Cuauhtémoc Blanco salvó la noche. Una vez más.

 #ElÚnico10QueVi

domingo, 18 de enero de 2015

Asumir riesgos (Tijuana 1 vs América 0)



La estrategia de América para este 2015 parece ser simple y, de contar con contundencia, sumamente divertida. Para el equipo de Matosas la vida será siempre de dos caminos: ganar gracias al violento ataque o perder en el afán del mismo.
 Este equipo parece no tener espacio para medias tintas ni escatimará en esfuerzos, intenciones y unidades a la hora de buscar el arco de enfrente. Vértigo y velocidad parece serán las palabras favoritas americanistas.

Eso del lado bondadoso.

Por el otro lado tenemos a un Club que, como si se tratara de un equipo de futbol americano, se presenta en la cancha claramente dividido entre el equipo ofensivo y el equipo defensivo.  (Perdón la comparación con ese antagonista deporte del glorioso fútbol).
Esta división, patente sobretodo a la hora de perder la pelota, intenta utilizar a Sambueza y a Pellerano como el pegamento entre ambas unidades. Hasta ahora, en dos juegos, no ha funcionado en la mayoría del tiempo.
Las Águilas llegaron a Tijuana después de haber vencido a León en la cancha del Estadio Azteca y presentar sus nuevas intenciones claramente: asumir los riesgos defensivos en pos de una violenta y explosiva parte ofensiva.
El resultado, en esta visita a Tijuana, no acompañó las intenciones americanistas pues adelante los dirigidos por Gustavo Matosas no tuvieron ni la pausa en el vértigo de su despliegue ofensivo ni la suficiente imaginación para encontrar las vías correctas y penetrar a la defensa fronteriza. Si bien, y a pesar de esto, América tuvo oportunidades para conseguir anotaciones, estas no llegaron por falta de contundencia. Con un cuadro azulcrema errático al frente, Tijuana aprovechó una de varias oportunidades que se le presentaron por los espacios y una entendible falta de coordinación americanista, para marcar el gol de la diferencia.

Para un efectivo y divertido torneo, es indispensable que la coordinación y el trabajo de la parte ofensiva del equipo resulte explosivo y tenga contundencia, pues si bien en la parte de contención y defensa hay cosas que deberán mejorar, no es prioridad del Sistema Matosas el buen cuidado del arco propio y sí lo es en cambio, el fulminante ataque al contrario en pos de un “juego espectácular”.

Probablemente espectáculo siempre lo habrá; pero los jugadores y el técnico tendrán que trabajar para que ese espectáculo culmine la mayoría de las veces con la victoria americanista.
La cobija es de muy buenas fibras, aunque no cubre cabeza y pies. Será todo o nada para América. Y en esta ocasión fue Nada.