La estrategia de América para este
2015 parece ser simple y, de contar con contundencia, sumamente divertida. Para
el equipo de Matosas la vida será siempre de dos caminos: ganar gracias al
violento ataque o perder en el afán del mismo.
Este equipo parece no tener
espacio para medias tintas ni escatimará en esfuerzos, intenciones y unidades a
la hora de buscar el arco de enfrente. Vértigo y velocidad parece serán las
palabras favoritas americanistas.
Eso del lado bondadoso.
Por el otro lado tenemos a un Club
que, como si se tratara de un equipo de futbol americano, se presenta en la
cancha claramente dividido entre el equipo ofensivo y el equipo defensivo. (Perdón la comparación con ese antagonista
deporte del glorioso fútbol).
Esta división, patente sobretodo a
la hora de perder la pelota, intenta utilizar a Sambueza y a Pellerano como el
pegamento entre ambas unidades. Hasta ahora, en dos juegos, no ha funcionado en
la mayoría del tiempo.
Las Águilas llegaron a Tijuana
después de haber vencido a León en la cancha del Estadio Azteca y presentar sus nuevas intenciones claramente: asumir los riesgos defensivos en pos de
una violenta y explosiva parte ofensiva.
El resultado, en esta visita a
Tijuana, no acompañó las intenciones americanistas pues adelante los
dirigidos por Gustavo Matosas no tuvieron ni la pausa en el vértigo de su
despliegue ofensivo ni la suficiente imaginación para encontrar las vías
correctas y penetrar a la defensa fronteriza. Si bien, y a pesar de esto,
América tuvo oportunidades para conseguir anotaciones, estas no llegaron por
falta de contundencia. Con un cuadro azulcrema errático al frente, Tijuana
aprovechó una de varias oportunidades que se le presentaron por los espacios y una
entendible falta de coordinación americanista, para marcar el gol de la
diferencia.
Para un efectivo y divertido
torneo, es indispensable que la coordinación y el trabajo de la parte ofensiva
del equipo resulte explosivo y tenga contundencia, pues si bien en la parte de
contención y defensa hay cosas que deberán mejorar, no es prioridad del Sistema
Matosas el buen cuidado del arco propio y sí lo es en cambio, el fulminante ataque al contrario en pos de un “juego espectácular”.
Probablemente espectáculo siempre
lo habrá; pero los jugadores y el técnico tendrán que trabajar para que ese
espectáculo culmine la mayoría de las veces con la victoria americanista.
La cobija es de muy buenas fibras,
aunque no cubre cabeza y pies. Será todo o nada para América. Y en esta ocasión
fue Nada.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario