domingo, 26 de abril de 2015

Yo escuché que las formas importan (Chivas 1 vs América 1)



Si bien un partido no hace torneo, y lo que juegue un equipo durante 90 minutos no necesariamente significa que se repetirá en todos los partidos siguientes ni mucho menos trastornará la filosofía de un entrenador,  lo mostrado por América el domingo en Guadalajara, en un planteamiento ideado por Gustavo Matosas, es una muestra radicalmente diferente a la teoría con y por la que llegó el uruguayo al club.
Con un par de resultados molestos a cuestas, Las Águilas llegaron a Guadalajara con la consigna de llevarse el triunfo no solo por tratarse del partido clásico con el rival de toda la vida, sino porque de a poco América ha ido poniéndole suspenso a su calificación.

El domingo se pervirtió desde que la alineación contuvo un par de sorpresas: la falta de Goltz (de nivel bajo) y, sobretodo, la aparición de Madueña como mediocampista por derecha. Al más puro estilo Lapuentista, Gustavo decidió sorprender a propios y extraños con la inclusión de un joven que no jugaba en liga desde la fecha 9. Desde el minuto inicial fue claro lo que América había ido a intentar a Guadalajara: poca posesión, dejar venir a Chivas, robo y latigazos largos con la plataforma de Sambueza para la velocidad de los atacantes. Muy pocas veces se consiguió.
Al América le sonrió el fútbol pronto en el cotejo, y de la pierna de Paul Aguilar llegó un gol de otro partido, de otra liga incluso, y el veintidós la impactó con violencia y puso en el ángulo para la felicidad americanista. Con la ventaja América no se animó y sí, en cambio, se replegó aún más buscando agotar el tiempo y conservar la ventaja. Pero más de 70 minutos en esas condiciones no se van tan rápido.
Aún con la ventaja en el segundo tiempo, América siguió sin el balón y preocupando muy poco a los defensores rojiblancos. Tan poco preocupó que De la Torre se envalentonó y comenzó a sacar defensores para ingresar ofensores. Matosas, en cambio, removió a Sambueza por lesión e ingresó a Goltz. Sin nadie que pudiera retener y conducir el balón, América se refugió más y más en su última línea, y Guadalajara, sin ser brillante ni mucho menos avasallador, encontró el empate en una terrible salida azulcrema.
Para el final, aunque hubo algunas oportunidades, el empate prevaleció y el marcador no se movió más. Los locales, con la alegría de siempre por alcanzar empates. Los visitantes por otro lado, con el sinsabor de un punto que de poco ayuda y 90 minutos preocupantes y confusos por parte del equipo. 

Matosas y América enfrentan a mitad de semana la final de Concachampions con la obligación de traer la copa. En la liga, serán partidos a todo o nada los dos restantes por el boleto para calificar. Semanas definitorias las que le esperan a un técnico y plantel que se conocieron al cuarto para la hora que iniciara el torneo por los caprichos de una directiva que tiene que asumir su gran responsabilidad en el mal torneo que hasta acá se ha dado.

#FestejanEmpates

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