Podríamos encontrar una razón por cada línea del equipo americanista para
llegar a las conclusiones del por qué no se ganó este encuentro. Este encuentro
que, al menos en la colectividad mística del hincha idealista que todos tenemos
dentro y que nos dice que los tres clásicos de cada temporada hay que ganarlos
cueste lo que cueste, es el más importante de todo el torneo regular. Pero los jugadores no son hinchas. Desafortunadamente no piensan como nosotros.
Que quien lea estas líneas no se sorprenda al no encontrar el análisis
minuto a minuto del partido. Los clásicos no se analizan. Se ganan o no.
América no lo supo ganar y al final no lo quiso perder. Tan sencillo eso, como
que este equipo adelante empieza una guerra en solitario cada lance, que
obviamente termina perdiendo la mayoría de las veces. Tan claro como que en
todas las fechas del torneo no ha podido encontrar la regularidad de sus
mediocampistas que le permitan posicionar el balón con velocidad y precisión al
único delantero confiable.
Lo del sábado fue lo mismo que la tarde contra Pumas, solo que con más
presión y menos claridad. Porque América comenzó con el esférico y decidido a
meter al rival contra su arco y no sacarlo de ahí nunca. Y así lo consiguió, 15
minutos por su juego y 75 restantes porque el rival así lo quiso. Nunca hubo la
sensación de que en cualquier momento podía caer el gol que nos diera la
ventaja; al contrario, había la preocupación de que en cualquier momento podía
venir el terror del gol en contra.
Podemos decir la obviedad de que América jugó mejor que Chivas. O que al
menos lo intento más que su rival, como quiera verse. Pero la verdad es que
todo el Contexto América volvió a decepcionar por su incapacidad para hacer
pesar un accionar de equipo superior y un estadio con amplia superioridad
americanista. Otra vez, como contra con Pumas, nunca mareó ni hizo sufrir a su
rival; a excepción de Paul Aguilar y Molina, ningún otro jugador entendió nada.
A las Águilas les cuesta un mundo sentir la obligación. En el plantel no
saben cómo lidiar con la presión de derrotar a rivales clásicos inferiores, no
hay un caudillo que empuje y jale a los demás cuando las cosas no van bien.
Podemos olvidarnos de buscar un referente o al conductor que resuelva el
partido solo.
Restan solo dos jornadas para el término del torneo y el comienzo de la
Liguilla. A pesar de lo que se pueda leer en la histeria, América no es un
espejismo de quince fechas. Si bien no está ni cerca de ser una revolución
aplanadora de fútbol, tienen en claro conceptos básicos de Mohamed. Por otra parte, durante todo el
torneo ha demostrado un mediocampo impreciso y defectuoso que, con el pasar de
las jornadas, ha ido a peor. A los problemas de contención, recuperación y
traslado limpio en la parte central, se le han ido agregando una escasa idea de
qué hacer o a quién darle el balón de tres cuartos para adelante. América, por
su actuación reciente, no es el candidato uno a ganar la liguilla y coronarse.
Su problema fundamental, amén de las pifias tácticas e injustificables actuaciones
de jugadores, continúa siendo mental.
Si este equipo pretende ganar y celebrar sin luchar, y escribo <<luchar>> como un eufemismo para no decir <<sin poner huevos>>, que se olvide de hacerlo porque no lo conseguirá. Hay que ensuciarse, pelear, sudar y luchar duro para conseguir dar la vuelta al final.
La afición está molesta, y con razón, por la campaña americanista. Hasta
esta jornada, el equipo no ilusiona ni genera demasiada confianza para
campeonar. La ilusión restante está depositada en que los jugadores con calidad
den su mejor versión, y el talento del entrenador logre tapar las carencias en
base a su táctica.
Al final se harán las cuentas, pero hoy por hoy, la presión ya está al
cuello.
Líder general y más cuestionado que todos los demás equipos juntos. La
grandeza de América.
"...nos faltó ambición, en el segundo tiempo estábamos más cansados, nos faltó actitud” Antonio Mohamed.
Compa AM buena revisión del partido.
ResponderBorrarD.Fuentes
En esta ocasión si pude comentar.
ResponderBorrarCompa AM ya no se ta ha visto por el sitio pasion azulcrema, escribí una ahí una nota para comentar de tu Blog. Saludos
ResponderBorrarDavid, muchas gracias por darte un tiempo para leer y comentar por acá. Sí me he alejado un poco del sitio en pasión azulcrema por cuestión de tiempo y chamba, pero por ahí estaré visitando para comentar el más reciente juego de Las Águilas.
BorrarGracias de nuevo por leer. Saludos!