lunes, 27 de octubre de 2014

Líneas sangrantes (Querétaro 3 vs América 2)



 
Algunos sobran

¿Puede un equipo que ha perdido más partidos de los que ha ganado en el torneo ir arriba por dos a cero ante América en cuarenta y cinco minutos?

Un Sí es la respuesta.

Para que Querétaro haya hecho 4 disparos al arco en todo el partido y haya encajado 3 en la cabaña azulcrema, estos tuvieron que ser portentosos remates o contar con una complicidad tremenda de parte del equipo amarillo. En este caso la respuesta es la segunda.

Las Águilas volvieron a presentarse como un equipo dudoso y lleno de errores puntuales que no hicieron más que poner a los locales de frente al arco de Muñoz y simplificarles la tarea de anotar.
América inició el partido con dos modificaciones a su cuadro más regular: Velasco y Zúñiga saltaron al campo desde el principio, prescindiendo de dos volantes: Mendoza y Arroyo, perdiendo así la fuerza por las bandas en pro de, una supuesta, solidez central.
Un planteamiento erróneo por parte de Mohamed que dio como resultado a un Zúñiga anulado desde el principio y el mismo fantasma intrascendente de siempre en la figura de Velasco. Sin embargo, Las Águilas iniciaron amparadas en la pelota parada, y en el amanecer del juego pudieron irse arriba. Con el pasar de los minutos, la pelota fue y vino por todo el campo de juego, pero sin asentarse con ninguna de las dos camisetas. Los de Mohamed intentaban, pero una terrible coordinación entre mediocampistas y delanteros, no permitieron nunca ponerse de frente al área. A la contra, Querétaro leyó acertadamente el desacomodo de la línea de 4 y el terrible espacio entre esta y el medio sector, donde Molina nunca encontró en Velasco un viso de cooperación.
No pasó mucho para que la lógica apareciera y Querétaro aprovechara las deficiencias del aparato defensivo americanista y pusiera a su atacante más peligroso mano a mano contra Muñoz. El uno a cero llegó y América se metió en una alberca de desesperación y pifias. El dos a cero vino producto de otro regalo americanista, más increíble que el anterior pero no tanto como el siguiente.

Para la segunda mitad, Mohamed corrigió su error y mandó en lugar de Martínez a Mendoza, que parece que quiere destacar de nuevo. Pero a pesar del reparo, América no fue el mismo de otros partidos exitosos. Y como América no entendió el examen, los sinodales decidieron encaminarlos un poco. Querétaro se quedó con un hombre menos y después regaló una clarísima opción de gol que Peralta supo aprovechar. Más por empuje y actitud, los azulcremas emparejaron las cosas y Mendoza puso el dos a dos en el marcador. Sin conformismos, los azulcremas estaban ya en el tren del todo o nada en busca de la victoria, esta, al desaprovecharla en dos ocasiones, se fue con los locales, que dieron gracias al último regalo de la noche por los visitantes: Goltz titubeó y nunca pudo acomodarse para reventar un balón en área propia, y un picante Sanvezzo mandó el balón con dramatismo al fondo de la red.

 
Otra figura de la jornada que fabricamos en medio de la confusión

Una vez más América volvió a entregar un juego; su tercer descalabro del certamen. Lo que queda es una sensación de bronca, pues la defensa es irregular, llegando al extremo de mostrarse sumamente endeble ante una solitaria dosis de velocidad. Ya no sorprende que el medio campo también provoque dolores de cabeza, es lo que hay y mucho arreglo no tiene; así hay arreglárselas hasta el final.
Es claro que Mares no puede ser titular en este equipo. Los demás, aunque algunos muy discutibles, es lo mejor que hay. Está en el cerebro y entrenador de este plantel solucionar estas averías antes de repetir una noche así en Liguilla.

El sábado sigue Chivas. El sábado, por historia, obligación y malas experiencias en los otros clásicos de este torneo, cueste lo que cueste hay que ganar.

#PurasPinchesFallas
#ElSábadoCuesteLoQueCueste 


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