lunes, 18 de agosto de 2014

Claroscuro (América 3 vs Morelia 2)


El equipo de Mohamed


Llegó la crítica.

Como ya venía ocurriendo en cada una de las jornadas pasadas, América volvió a sufrir en la zona defensiva. Los amplios boquetes en la zona central, la mala marca de un lateral y las desatenciones en pelota parada se vieron reflejadas esta vez en el marcador. El no dar nombres específicos a los protagonistas de los errores es, también, el principio de la explicación: Mohamed no ha podido repetir defensa. Cuando no le falta algún central, le falta un lateral, amén del cambio de línea de 5 a línea de 4 sobre la marcha del torneo, asentándose por fin en esta última y desperdiciando toda una pretemporada en línea de 5. Innegable resulta que Goltz no ha podido tomar el ritmo y la distancia requerida en el fútbol mexicano y es previsible que le siga costando en futuras jornadas. Por otra parte, su compañero en la central: el paraguayo Aguilar, se ha destacado más a la ofensiva que a la defensiva, donde más de una vez se ha encontrado desubicado. Lo cual nos lleva a la segunda causa del mal funcionamiento del aparato defensivo, y quizás, la más importante: La contención no contiene. La obviedad se explica claramente cuando el mediocampista encargado de hacer la labor: Guerrero, pasa la mayor parte del partido rebasado por la velocidad del juego y persiguiendo por detrás cada ataque rival, lo que lleva a los centrales a salir de su zona para cortar el avance, muchas veces en vano. Aunque es evidente que algunos jugadores no tienen el nivel requerido para este equipo (específicamente Mares y Guerrero) peores defensores se han visto que con trabajo y coordinación pueden desempeñar su labor de una manera más que efectiva.

Antonio Mohamed deberá trabajar de manera ardua en el mejoramiento defensivo y el apoyo en el centro del campo ya que Guerrero queda muy solo y la siguiente jornada se visita a una de las ofensivas más interesantes y explosivas (en serio, no es broma) del presente certamen: Jaguares de Chiapas. Con el ingrediente extra de la presentación de ex-americanistas que seguramente redoblarán esfuerzos intentando demostrar su valía (?).

El regreso de Rubens.

Adelante no hay nada que discutir cuando se tiene en gran forma a Sambueza y enrachado al mejor delantero de la nación: Oribe Peralta. Además de un genio en el banquillo para las jugadas a balón parado a favor. El argentino/mexicano volvió luego de la inactividad y significó para su equipo la gran realización de la simpleza del juego: el pase al compañero. Un drible, hasta un caño y después la búsqueda en corto del compañero mejor posicionado. El despliegue en medio campo y la búsqueda en largo del movimiento al vacío de los delanteros. El remate punzante cuando se le encontró de frente al arco. Tal vez ahora ya no se dependa únicamente de él para funcionar, pero con él en el campo no queda duda que la victoria siempre estará más cerca de las Águilas.  
El mexicano-mexicano siempre encuentra el balón. Siempre retiene, descarga y se asocia sin importar su compañero y a pesar de que es evidente que la acción progresaba de mejor manera con Jiménez que con Rey, su cuota goleadora parece que irá aumentando.

El debut de este martes en Concachampions (horroroso nombre para la competencia) será utilizado por Mohamed para darle rotación al plantel y de paso observar algunos jugadores que podrían competirle al ideal cuadro titular del turco. El sábado en la liga la visita a Chiapas será la prueba más difícil en lo que va del torneo (aunque dirija un cliente como Bueno). Si la defensa no mejora, se podría sufrir más de lo que se imagina.

Cinco victorias seguidas y sin jugar un partido redondo aún, se escribe fácil pero muchos otros antes no lo pudieron hacer. 


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