miércoles, 18 de marzo de 2015

Horrible América. Horrible (Concacaf Liga de Campeones Semifinal Ida: Club Sport Herediano 3 vs Club América 0)


No le encuentra la vuelta


Todo se volvió un desastre. Hace no más de diez días ya se escribía en este blog que América jugaba feo, que tenía una patética carencia de juego de conjunto y los ideales del entrenador no se observaban en el campo de juego. Con titulares o suplentes.

Para este encuentro la película ya venía anunciando el vendaval y un día antes del juego América perdió a Muñoz y Peralta por lesión. Una baja más a un equipo que tiene más lesionados que el sexenio.  Ante las lesiones, Matosas paró con lo que le quedaba un equipo defensivo con la idea de ampararse en la solidez de los centrales para aguantar el cero y buscar en el descontrol de Darwin y Arroyo peligro al frente. Como todos vimos, esto no pasó ni cerca.

¿Y por qué no ocurrió?

Bien, pues no ocurrió porque América confundió un partido de semifinal en el que había que mostrar intensidad y simplemente cruzó a la frontera a la violencia y el nihilismo del balón.
Atrás, un arquero que jamás ha dado seguridad volvió a tener una exhibición fatal en un partido clave y una defensa que aguantó lo que pudo hasta que finalmente se desmoronó en la soledad de su lucha, pues el inexistente medio campo jamás fue capaz de contener al rival; mucho menos de hacer presión y recuperación para darle salida rápida hacia al frente. Mientras el "ataque" quedó en los botines de dos  (2, sí, solo 2) hombres acostumbrados, aunque no lo parezca, a ser mensajeros y piezas de acompañamiento NO solistas ni mucho menos referentes de área, dando como resultado una raquítica posesión de balón y UNA sola llegada al arco en 90 minutos.
 América se fue cayendo con el andar del reloj y se terminó de derrumbar cuando recibió el primer gol, a lo que siguió y, como suele sucederle a equipos con propuestas tan dudosas, modificaciones forzadas para buscar emparejar las cosas. La igualada nunca llegó. A pesar del ingreso de Sambueza en un intento desesperado de que las jerarquías individuales volvieran, como en la llave pasada, a apagar el fuego. Pero Sambueza, como Quintero y Arroyo, tampoco tuvo para quién jugar ni a quién asistir.

Así América navegó en la incertidumbre y la desesperación hasta que recibió otras dos anotaciones y el perdón de mínimo un par de expulsiones más hasta que los noventa minutos se extinguieron. Las Águilas no perdieron ni arrastraron el prestigio por las bajas ni la cancha. Estos fueron solo factores extras que contribuyeron a que no presentara su alineación titular; pero el juego, el fútbol, con lesionados o sin ellos, lleva semanas ausente en el equipo. La presión ha llegado y examinará mucho antes de lo presupuestado a esta gestión. Mientras tanto, las formas y el buen juego nadie los ha visto.

Así no, América. Así no.

 #Papelón

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