domingo, 8 de marzo de 2015

Feo (Pachuca 0 vs Club América 0)




América juega mal y juega feo. Ya no es un secreto. La curva descendiente de rendimiento después de la goleada ante Chiapas venía maquillándose con resultados favorables, pero hoy, aun cuando se trata de un empate y no de una escandalosa derrota abultada, es del conocimiento general que al equipo de Matosas algo le pasa.
La presentación del pasado sábado por parte de los azulcremas es la más desalentadora en muchos meses. Sin negar que este semestre sea atípico para América, contemplando la falta de pretemporada y el poco tiempo del técnico con el plantel, los de Coapa no se pueden permitir nunca y bajo ninguna circunstancia plantarse, ya sea de local y visitante, con la pena con la que lo hicieron en el campo del Hidalgo.

América fue a Pachuca sin Pablito, Benedetto, Pellerano y Guerrero y apenas iniciado el juego se quedó sin Osvaldo Martínez, el único mediocampista central experimentado. En adelante todo el planteamiento fue sudor y sangre. Piedra y lodo. El paso de las jornadas le ha ido quitando brillo a los azulcremas; parece que el aceite del engranaje, antes escaso, ahora es simplemente inexistente. América comenzó el torneo con una clara idea: posesión, presión y ataque, pero transcurridas ya varias jornadas de su “mejor juego” la afición águila terminó viendo el sábado un performance cauto, rocoso, muy sacrificado y de mucha lucha sí, pero totalmente primitivo. A piezas ofensivas ya en bajo nivel, se le suma la nulificación que sufren por el sistema, llevando a Las Águilas a fundar sus esperanzas ofensivas en lo que pueda generar Sambueza. Con volantes/extremos (Darwin y Arroyo) que no son capaces de regular la altura de sus envíos y Peralta, que era mejor verlo el año pasado con la ilusión de que con mejores acompañantes explotaría su potencial a la certeza de verlo hoy igual de apagado.
Las mejores noticias que dejó este encuentro vienen de la parte defensiva. Ventura, Goltz y Samudio se mantienen en un nivel excepcional, siendo verdaderas murallas confiables en sus posiciones. Irónicamente, hoy por hoy, la era de Matosas tiene sus mejores hombres en la zona defensiva.
Es importante destacar, además, la participación de dos jóvenes canteranos: Daniel Vázquez y John González, quienes mostraron temple y actitud, siendo de importancia para el accionar visitante. Quizá de las cosas más destacadas de la gestión de Gustavo Matosas al frente del equipo sea la oportunidad y el juego para los jóvenes de las fuerzas básicas, un discurso que todo entrenador que ha llegado al Nido desde hace años ha dicho pero muy pocos lo han cumplido. Matosas, aunque sea por accidentes, lesiones y lo corto del plantel, lo ha cumplido.

En una Liga como la mexicana, que muestra un nivel tan decadente que las sensaciones del torneo son equipos que luchan por no descender, partidos como estos pueden darse varios y la calificación a la Liguilla no está en peligro. Pero América es un equipo grande, el más grande del país, y en el ideal de sus aficionados está ver cada semana un equipo que los divierta y alegre más de lo que los enoje y frustre.
Al América le restan ocho juegos de temporada regular antes de una hipotética Liguilla. Si conocemos a Matosas, sabemos que gusta de 13 fechas cuestionables y las últimas 4 de aceleración y embalaje para llegar en nivel ascendente a la Liguilla, una estrategia que le funcionó ya, pero estando en América, por plantel actual e historia, debería aspirar a mucho más.


#PaulAguilarNuncaMás

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