viernes, 5 de diciembre de 2014

¿Quién lo iba a pensar? (Semifinal Ida: Monterrey 0 vs América 3)


Juntos

NOTA:
Este blog no es ni busca ser una oda constante a Antonio Mohamed (Para eso está mi twitter). Ni todo lo que hace está bien, ni todo es un desastre. Simplemente pretende dar una opinión lo más lejana a odios, rencores, frustraciones y prejuicios, con la idea de encontrarle el justo valor a cada uno de sus actos, tanto acertados como fallidos, de acuerdo a lo que se tiene y se ve.  No es del interés de este que escribe, posicionar su pensamiento como la verdad única, absoluta y universal, ni tampoco descalificar de facto, cualquier otro pensamiento contrario. Mucho menos, correr ciego detrás de la aceptación pública.

¿Quién pudo pensar que este equipo se plantaría en el Tecnológico y sacaría un resultado tan cómodo y hasta corto para lo que se vio en la cancha?
¿Quién, en su sano juicio, pudo pensar que Quick Mendoza haría un doblete y Rey sería fundamental para el accionar del equipo?
¿Quién daba un peso por la credibilidad del entrenador, después de los férreos pero nunca comprobados rumores de divisiones y desastres dentro?
Definitivamente el mundo de internet no. Salvo sus honrosas excepciones, este mundo se ha encargado, ya por sistema, de presentar  en cada oportunidad, una “realidad” que en la cancha no se comprueba. Porque, como se ha dicho aquí desde medio torneo, América no es el desastre ni el incendio que se vende y compran los más. Ni, tampoco y verdad sea dicha, el invencible en estrategia, que algunos otros queremos ver.

Pero este equipo está. Juega y si tiene contundencia no tienes nada más que hacer.

Los Azulcremas llegaron a Monterrey con una aparente tranquilidad y llenos de confianza después de superar la eliminatoria contra Pumas.  Y, aunque desde un principio, la alineación no auguraba mucho en cuanto a la ofensiva, América controló el partido de principio a fin. Contra once y contra diez, el equipo de Mohamed siguió la estrategia a la perfección, contuvo con trabajo en equipo a Pabón y los tímidos intentos de sus compañeros, para cuando recuperara el balón lanzarse una y otra vez en la contra, aprovechando la débil resistencia albiazul y llevarse una cómoda ventaja.
Podría parecer inexplicable que un equipo que esté jugando Liguilla tenga en su once titular a Osmar Mares, Osvaldo Martínez, Quick Mendoza y Luis Gabriel Rey y se encuentre en la antesala de jugar una final. Que Layún no esté al cien, Aguilar fuera, Sambueza en algodones y aun así compita y se atreva a ganar. Hoy más que nunca se comprueba la valía de un entrenador profesional, que ha sabido aguantar,  adecuarse a cada situación y plantarse al final poniéndole el pecho a las balas. Y de los jugadores, que fácilmente pudieron dejarlo morir solo, pues al final, para la opinión pública, ellos no eran los responsables.

Mohamed no es ni será el más grande referente del americanismo. Pero es un profesional que ha hecho mucho con muy poco. Que ha dado ilusión con jugadores que, basta verlos en el campo, para darse cuenta que no son, ni cerca, los que este equipo debería de tener. Pero estos, con todas sus limitantes, han sabido responder a la hora buena. Corren, meten, luchan y dejan todo en el campo.
Quizá no sea una simple casualidad que, los últimos dos partidos, se hayan resuelto con goles de dos protegidos por el entrenador que nadie quiere.

El domingo América recibe a Monterrey, con ventaja de 3 goles y a noventa minutos de estar en otra final. Si este equipo continúa comprometido como hasta ahora, no hay duda de que habrá final.

Falta poco para que se hagan las cuentas. Cuidado, porque a más de uno no le pueden salir como esperan.

#GanaAunqueAMuchosNoLesGuste

1 comentario:

  1. Mi mensaje es: "Hoy por la gloria en la final, que el poder azulcrema resurja"

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