martes, 2 de diciembre de 2014

“Ganamo’ el más importante, muchachos” (Cuartos de Final: América 1 vs Pumas 0)




No hay gran ciencia detrás de esta serie: América no jugó bien. Por grandes lapsos de la eliminatoria estuvo más cerca de perderlo que de ganarlo. Pero siempre estuvo vivo.  Es un axioma ya que “los goles que no conviertas te los van a convertir” y así le pasó a Pumas.

¿Cómo jugar cuándo cada casi todo está en contra?

Con honor y el respaldo de la gente. América lo tuvo el sábado, y en tanto que las grandes y sabias plumas deportivas y no-deportivas del país hablan de merecimientos, el equipo Azulcrema hizo el gol que tenía que hacer y, sin cometer ningún delito, dejó en el camino a un equipo que no tuvo la categoría para definirlo cuando pudo ni resistió cuando el estadio habló, y el cuadro azulcrema obtuvo su pase a semifinales.
Una vez más, este cotejo sirvió para hacer notorias las dificultades y bajones de este América en sus líneas, principalmente la defensiva y la delantera.
Pero la importancia de este triunfo es lo que da a futuro y lo que habla del equipo. Porque este no se vino abajo con una semana de rumores malaleche por todos lados; porque permanecieron juntos, se comprometieron y salieron a dejarlo todo en el campo. La afición hizo el resto.
Sin un juego de grandes mejoras, América y su gente empujaron sin claridad a su rival. Más a base de ganas que de gran nivel, América poco a poco se fue arrimando al arco contrario, no sin dejar de sufrir en su meta propia gracias a los gigantes espacios que dejó en su afán de ir a buscar el partido.
Fue hasta el 75’ que América, sin saber bien cómo, consiguió lo que tanto buscó. Paolo Goltz, de hasta entonces mediano partido, clavó un remate de cabeza en el arco Puma.

Y, All You Need is Gol.

Y después, aunque en un par de oportunidades América pudo haber incrementado su ventaja, la misión ya no era esa. Irónicamente, servía más ordenarse atrás y tapar los enormes espacios dejados, que seguir desbocados en busca de otra anotación que no ayudaba en nada, reglamentariamente hablando.
Al final, los clásicos se ganan como sea y cueste lo que cueste. Con la victoria en estos juegos, el cómo se ve relegado. El triunfo no necesita explicaciones.
Es grato comprobar que el plantel y su entrenador cumplieron su palabra, callaron centenas de bocas y sacaron úlceras a otros tantos. Es cierto que, hasta ahora, no se ha ganado nada. Nada tangible ni que llene una importantísima sala de trofeos Americanista, pero se ganó algo que inevitablemente te puede llevar a lo otro: Confianza. Eso que ellos mismos habían perdido y, lo poco que les quedaba, algunos se los intentaron arrebatar con micrófonos, plumas y tuits.

El camino luce más allanado que nunca ahora, si bien hay rivales con jugadores importantes, el paso que dio América no cualquier equipo pudo haber sido capaz de darlo. América, hoy más que nunca, está más cerca de un nuevo campeonato. Aunque algunos se ocupen más en buscar refuerzos y nuevos entrenadores.

AGUANTE TURCO
 #QueNosSiganDandoPorMuertos


No hay comentarios.:

Publicar un comentario