Que América no haga goles pudiera parecer nuevo, pero basta hacer un poco
de memoria para recordar que desde la partida de Benítez a este equipo le
cuesta hacer los goles con la regularidad que necesita una escuadra que busca,
por historia, ganar todos sus partidos. Ya no digamos en instancias
definitorias.
El espejismo no fue, o no es, que en esta campaña se haya tenido un inicio
prometedor y efectivo. El equipo, dentro de toda la irregularidad que caracteriza
al fútbol de la nación, ha merecido cada punto que tiene y ha dejado en el
camino. El espejismo, entonces, es tener un gran plantel, y sobre todo, una
confiable delantera.
Los baches y deficiencias que llegue a presentar en este certamen, no serán
más que los resultados de una mala planeación y una necedad en el banquillo al
no detectar las áreas y hombres flojos dentro de cada alineación.
Se presentó América en el Jalisco y apenas inició el partido, el azulcrema
se desesperó y no dejo de correr y enredarse en el planteamiento que la localía
propuso. La escuadra de Mohamed fue superada, para variar, en el medio del
campo, y con un equipo de Leones Negros decidido a dar la mejor de sus
versiones detonando valientemente la primera mitad, corriendo como nunca sin
dar una pelota por perdida, no fue capaz en cuarenta y cinco minutos de hacerse
del control del esférico e imponer su
ritmo de juego. Con un Molina abandonado, un paraguayo Martínez en una de sus
clásicas tardes de fantasma y un Sambueza totalmente revolucionado, no resulta
difícil decir que fue una auténtica hazaña terminar la primera parte con once
en el campo y el cero aun en el marco.
Después de una primera mitad que sirvió para exhibir todas y cada una de las
falencias específicas de los azulcremas: descoordinación defensiva, nula
contención y escasa definición de cara al marco, Antonio Mohmed tuvo que
meterle mano al equipo e hizo ingresar al Chepe Guerrero en busca de tomar la
mitad de la cancha.
Y resultó. Pues bastó con un mínimo de compromiso y una presentación más
ágil y decidida de Daniel Guerrero para que las Águilas maniataran a unos
imperiosos Leones Negros que poco a poco fueron perdiendo gas.
Una vez que América tomó el esférico, el problema resultó la creación de
peligro al frente.
Los volantes ofensivos destacaron por su escaso aporte, y un luchón pero
poco efectivo Peralta sigue demandando un socio con movilidad y un mínimo de
técnica para producir adelante.
Fea y pobrísima presentación de la escuadra Azulcrema a mitad de torneo que
debe de servir como un parteaguas para cada uno de los integrantes del plantel
y cuerpo técnico, pues si bien la directiva tiene su peso importante en la mala
planeación y limitación de recursos para completarle el plantel al técnico, el
torneo está en marcha y hay que trabajar con lo que se tiene. Esta es la tarea
que el técnico no ha realizado con eficacia, pues no ha sido capaz de detectar
los hombres que muestran un nivel más bajo semana a semana.
Como limitado en calidad es el plantel, limitadas y claras resultan, pues,
las soluciones (?): darle cabida a la lógica y el sentido común. Martínez y
Mendoza no pueden volver a iniciar un partido; si adelante Rey se ha encargado
de dejar en claro que no es el socio que Peralta necesita y este no rinde lo
mismo en solitario, no hay otra vía que darle la oportunidad a Zúñiga. Ya basta
con el discurso de “no quemar y apurar” jóvenes.
El resto, es lo mejor que se tiene y hay que aceptarlo así. Con lógica y la
evolución del trabajo hecho por Mohamed, este bache seguramente será superado.
Peligroso sería nublarse y no arreglar lo que necesita ser arreglado, pues todo
el conjunto podría estropearse.
América enfrenta este miércoles al Bayamón de Puerto Rico, en uno de esos
partidos que siempre brindan más para perder que para ganar. Lo aclamado y
deseado sería una victoria con facilidad, pero una derrota indiscutiblemente
potenciaría las críticas y la presión sobre América.
El fin de semana América recibe a Pachuca en el Azteca. Más que nunca se
requerirá que Mohamed ponga toda su sapiencia y estrategia en un partido que
resultará más complicado de lo que podría parecer.
Así es, lamentablemente el cuadro amarillo no se reforzó en la pretemporada con buenos refuerzos y fue una estupidez no tener una opción ante la inminente salida de Raúl Jiménez. No queda más que esperar a que el equipo mejore.
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