domingo, 2 de agosto de 2015

La desventura de Ignacio (Club América 1 vs Atlas 3)




Ignacio Ambriz, técnico repudiado desde el primer tuit rumoroso que nos trajo la fatal noticia de su nombramiento. Ignacio, importante exfutbolista del país, persona a todas luces (?) buena y trabajadora, que quizá no ha tenido fortuna como entrenador. Nacho, el amigo de Peláez, del cual es su gran e inentendible apuesta que parece más suicidio directivo que otra cosa. Ambriz, director técnico del Club América nombrado al cuarto para la hora para trabajar con lo que había y sin rechistar, después del cortocircuito con Matosas. Nacho Ambriz, el que nunca imaginó que Ventura se levantara el sábado de la cama con el pie izquierdo y diera, quizá, el peor partido de su carrera. El defensa que no le hizo honor a su nombre. Nacho el ex necaxista, probablemente tampoco pensó que Benedetto, una de sus máximas cartas al frente, decidiera salir a rematar balones de gol a los aviones, tirando por la borda sendas asistencias de Quintero; del cuál, tal vez ni el mismo Nacho pensó que daría. El pobre de Nacho quizá hoy estaría más tranquilo si nada de lo anterior hubiera ocurrido. Porque su equipo, si bien tiene graves y notorios errores defensivos que denotan falta de trabajo táctico, no dio un mal partido. No le faltó coraje que sustituyera las carencias y errores. No le faltó lectura de juego y generación hacia al frente. No le faltó, incluso, valentía y arrojo desde la banca. Quizá hasta le sobró. América y Ambriz intentaron, lo tuvieron a tiro de piedra, pero la máxima de “los goles que no hagas te los van a hacer” se cumplió una vez más. América falla atrás porque no tiene trabajo; quizá le falte otro central de buen nivel. Falla en el mediocampo porque no tiene mediocampistas de calidad, porque no los ha tenido en un buen rato y parece que dentro del club nadie se ha querido dar cuenta. Falla al frente porque Bendetto es así, de sensaciones y ratos. No es Batistuta, si metiera todas hace mucho que estaría en Europa. Y el Oribe Peralta que nos vendieron solo de vez en cuando se aparece por acá. El resto, a excepción de Sambueza que como siempre da muchísimo, necesita de un sistema y equipo que funcione bien. Que oculte sus carencias y, en base al juego de conjunto, resalte alguna virtud. Situación ideal que por el momento no está, pero si te detienes a pensar, quizá el sábado entre las decenas de fallas y amarguras, algo de luz se pudo observar.

Esta es la desventura de Ignacio; ir último de la tabla con el peor arranque desde el 97, aficionados urgidos de otra derrota para posicionar a su verde y ecologista candidato; mientras él espera el golpe de suerte que cambie el rumbo de las cosas. Contra Pachuca se podría dar. 
Para bien o para mal.

 Los aviones no quieren tus remates, Benedetto.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario