En una tarde de sol para postal
Las Águilas volvieron a hacer de local por segunda fecha consecutiva y
recibieron a unos inestables y desacelerados Tigres en lo que fue el cuarto
partido oficial de la era de Gustavo Matosas al frente de la escuadra
azulcrema.
Aunque muy tenue, ya se puede
empezar a mirar la mano del entrenador en el equipo; en la forma de buscar
afanosamente el balón desde la salida del rival, un sello del uruguayo. Y
también, el juego vio aparecer la que quizá sea la movida más inteligente del
DT hasta ahora: la lógica decisión de prescindir de un mediocampista ofensivo
como Arroyo, para darle cabida en el esquema a un segundo mediocampista central
en la figura del irregular paraguayo Martínez.
El sensato movimiento, paradójicamente,
resultó en la exhibición más pobre del conjunto águila en lo que va del
certamen. América, como en todos los
partidos hasta ahora, inició con la suficiente decisión de adueñarse del
trámite del juego. En otra situación que comienza a hacerse costumbre, fue de
nuevo Quintero quien, con toda su velocidad y aún con sus frecuentes malas
decisiones en la última jugada, el distinto en el equipo de Coapa. Con un Oribe
con el switch abajo, Benedetto participando más en el finiquito que en la
elaboración, Sambueza apenas volviendo a su posición original y el conjunto de
estos aún en franca etapa de conocimiento, América le debió sus oportunidades
más claras en el partido al buen pie de Darwin, la magnífica presión de sus
mediocampistas y las paupérrimas salidas del cuadro bajo felino.
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Llegó el primero de Benedetto |
Después de la anotación, América
no volvió a inquietar. Las ideas y el futbol brillaron por su ausencia, y
aunque Tigres empujó más a base de ganas que de buen juego llegando incluso a
tener su gran oportunidad en el ocaso del segundo tiempo, esta fue neutralizada
por un siempre confiable Muñoz.
América aún tiene mucho tiempo por
delante; el entrenador ha dado un paso importante para la construcción de un
sistema funcional al detectar una de las falencias del equipo y resolverla en
base a la lógica. No es la única, pero es tal vez la más importante. Aunque
América ha ido de más a menos en cuatro jornadas, es la magnífica calidad de la
mayoría de sus futbolistas la que ha cosechado puntos y deberá seguir haciéndolo,
pues eso significará a su vez, tiempo para que el entrenador termine de
aterrizar su idea y se pueda comenzar a ver en la cancha un equipo que no solo
gane, sino que también sea capaz de desarrollar un mucho mejor juego en el
campo de acuerdo a las herramientas que hay en el plantel. Pues hasta ahora el buen
juego ha estado ausente.
Hemos visto un equipo amorfo; con
mucha voluntad y músculo pero poco seso. Será trabajo del entrenador convertir
este Rocky I en Rocky III (?)
#HastaElMásCucoTerminaRatoneando
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