jueves, 26 de febrero de 2015
lunes, 23 de febrero de 2015
Los clásicos se ganan (Pumas 0 vs América 1)
Es sorprendente la forma en cómo
funcionan este tipo de juegos. Llámelo como quiera: clásico, no-clásico, “juego
de alto riesgo”, diferente. La realidad es que año tras año se comprueba
que, aún más impredecible que la Liga en
sí, estos partidos son de pronóstico borroso.
Recordemos que los dos juegos de
temporada regular contra Pumas el año pasado, quizá porque en ambos fue local,
fue América el encargado de proponer el juego y buscar con ahínco la victoria.
Bien sabemos cómo resultaron las cosas y los perdimos sin saber bien cómo y
cuando menos lo esperábamos.
El domingo en CU, en una de las
tantas vueltas de tuerca que tiene el fútbol, la tortilla se volteó. No fueron
Las Águilas quienes se adueñaron del esférico por grandes lapsos del partido ni
los encargados de generar las oportunidades más claras de gol con el marcador
sin estrenar. No queda claro del todo si América propuso de tal manera el
partido en CU porque no contaba con piezas importantes en su alineación o
Matosas le dio lectura a una probable actitud ofensiva del contrario debido a
la presión lógica de ser local. Los hechos son que por todo el primer tiempo
América sufrió el partido. Un solo tiro al arco con peligro no se generó y
atrás Muñoz se vio exigido constantemente.
En la segunda parte, aunque
Matosas atinadamente hizo cambios para recuperar un medio campo completamente
robado por el local, la tónica fue casi idéntica hasta la bendita llegada del
táctico del fútbol para alegría del visitante. En una carrera a contragolpe por
parte de un brillante Sambueza, que de pronto se vio dentro del área con la pelota en los
pies y aunque su disparo fue tapado por el arquero puma, el rebote lo aprovechó
el ídolo en gestación de Benedetto consiguiendo así la acción más determinante
en juegos como este.
A partir de ahí, otro juego se
presentó: Pumas se volcó de manera suicida en busca del empate y América tuvo
infinidad de espacios y oportunidades que de haberse concretado la mitad el
resultado pudo haber sido más abultado para los visitantes.
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el nacimiento de un ídolo |
Aquí está una victoria en
clásico; el resultado más importante hasta el momento en la era Matosas. La
primera comprobación de una teoría que
aún le faltan otros dos clásicos, mucho mejor funcionamiento y la gran
cereza de una Liguilla de campeonato. Es importante ver que el equipo sabe
ganar y se las arregla aun jugando mal y esforzándose el doble por los que no lo hacen. La mejora del equipo tiene que irse
dando, por ahora el análisis en este juego sobra. Los clásicos se ganan,
jugando bien o jugando mal. El campeonato de merecimientos es para los
pequeños. Para festejar hay que poner actitud, compromiso, pasión y quizá un
poquito de fútbol.
Siempre un gusto festejar en tu
cancha, mi amigo el puma.
#PeroCómoNoTeVoyAQuerer
domingo, 15 de febrero de 2015
Feroz perfección (Club América 5 vs Chiapas 0)
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Benedetto es amor |
Una goleada de estas proporciones
siempre será detonante de un festival de lugares comunes en el afán de explicar
el porqué de un resultado tan abultado.
La realidad, al menos para este
sitio, es mucho más sencilla. Aunque tan llena de lugares comunes como las
teorías más rebuscadas.
América ganó porque hizo todo
bien. Absolutamente todo. Tuvo la pelota, le dio sentido a cada avance,
incorporó gente al frente por sorpresa. Atacó el espacio. Aprovechó los múltiples
errores de un visitante con un obsceno pánico escénico. Y atrás, el raquítico
trabajo que tuvo, lo resolvió siempre con sencillez y prestancia.
Por eso ganó América. Y goleó
porque a cada clara oportunidad que se les presentó a sus hombres de ofensiva,
estos acertaron a resolver con una feroz contundencia dejando sin oportunidad
de reacción a un Chiapas tímido, desordenado, sin posesión y mísero amor
propio.
No hay más. América ganó y fue
perfecto. Esto no quiere decir que todo el trabajo está hecho y el campeonato
estará dado de facto. Es sólo un partido de temporada regular en el que se
derrotó por marcador abultadísimo a un rival, aunque de muy buen nivel
presente, históricamente acostumbra deprimir considerablemente su nivel en la
cancha del Azteca.
Es una feliz goleada y muestra,
entendiendo el contexto, de lo que puede dar el equipo. Obviamente no todos los partidos serán así, y
el técnico, lo entiende a la perfección y señaló, como perfecto resumen del
post-partido:
"El equipo ha ido a más, tampoco voy a ser un falsos triunfalismos, creo que hoy los jugadores hicieron un gran partido, pero continúa el proceso y hay un proceso que tenemos que respetar".
América ha ido mejorando al
frente y con el paso de las jornadas que traen situaciones excepcionales, poco
a poco la forma y la alineación de un equipo se va aclarando. Las Águilas
parecen encontrar el camino.
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La pelota siempre al 10 (?) |
#OsvaldTottiMartínez
lunes, 9 de febrero de 2015
#TodosSomosDarwin
El científico es alguien que está
más allá de convicciones, creencias o corazonadas.
El científico piensa, actúa,
experimenta. Comprueba y descarta.
El científico muchas veces se
equivoca. Otras más acierta.
Así deambula en la vida; ideando
y actuando. Ideando y actuando.
Tiene sus herramientas. Sus
campos de cultivo y experimento.
Viaja. Ambiciona curar. Está convencido
de que su trabajo ayudará; que sus hallazgos serán de utilidad para la gente.
Lo hace y muchos lo
descalificarán. No es su culpa; hay conceptos superiores que no cualquiera
puede comprender.
Es así. Está condenado a una oscuridad
recurrente. Una idolatría parcial. Una incomprensión bestial.
Pero de vez en cuando, sí, de vez
en cuando acertará. Acertará y le dirá al mundo, lo que encontró.
Será una cura, quizá algo más. No
lo sabemos, pero estamos esperanzados que así sea.
Por ahora el científico hizo un
pequeño descubrimiento.
Nuestro ya querido compañero tenía
la idea de que hay especies que nunca cambian; seres que sin importar el disfraz
en el que pretendan camuflajearse siempre serán los mismos.
Que hay ratas que aunque
pretendan ser blancas y crecer, nunca podrán ser algo más que ratas.
Cucarachas y burros que pretenden
ser ciempiés y caballos, pero en algún momento siempre se devela su verdadero
rostro.
El fin de semana el científico
descubrió que hay horribles seres abominables que nunca cambian. Acomplejados que siempre
lo serán. Con la tóxica piel azul y oro.
Pikolines que llorando y llorando
ven la vida pasar.
Así, el científico lo vio. Lo vio
y lo quiso desaparecer.
Y al final, todos somos Darwin.
El científico.
sábado, 7 de febrero de 2015
Ojo por ojo (Morelia 2 vs América 2)
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Forever Pablito |
Sigue siendo evidente que a este
América, aunque le sobran los nombres y el talento, le sigue faltando aceite y
conjunción en cada una de sus líneas. La escuadra de Matosas se metió el
viernes a una de las canchas que históricamente más se le dificultan a los emplumados.
El estratega uruguayo repitió la formación victoriosa del pasado encuentro ante
Tigres, brindándole la confianza de repetir como titular en la zaga a Ventura
Alvarado, al tiempo que Pablo Aguilar miró el inicio de las acciones desde la
banca.
Como suele suceder en cada una de
las exhibiciones del equipo, apenas se escuchó el silbatazo inicial del colegiado
se lanzó a por todas las canicas en la meta contraria. Con un Morelia aguantando
atrás y esperando la recuperación para desplegar sus líneas a velocidad en el
contragolpe, América volvió a perderse en una nube errática de pases sin
destinatario, movimientos tardíos y escasa asociación en sus líneas. Así se fue
la primera hora de juego, hasta que Morelia aprovechó uno de sus 5 córners a
favor en el partido y el anormal Marco “Pikolín” Palacios se libró de una
terrible marca defensiva para guardar el balón en el arco de Moisés. Las cosas
parecían complicarse, pues una vez que los locales habían conseguido la
ventaja, el cerrojo defensivo sería más rígido.
Afortunadamente para la causa
azulcrema (esta vez en su horrible uniforme alternativo) rápidamente llegó la respuesta
y de los pies de Darwin surgió otra magnífica asistencia para la cabeza de otro
no menos magnífico Benedetto que con ágil remate emparejó los cartones ni bien
transcurridos cinco minutos de desventaja. Las acciones, encaminadas ya en la
polémica de un impresentable arbitraje, terminaron en su primera mitad.
Ya en la segunda parte, América
mostró un mejor rostro amparado en la versatilidad de sus jugadores hacia el enfrente,
dando como resultado la exhibición más nítida de la Idea Matoseana que sostiene
el ideal de una cobija que cubra más los pies que la cabeza en pos de un juego
agradable. Aunque sin peligro, América se adueñó por completo del trámite del
partido posicionándose en territorio enemigo. Pero la cobija no es tan larga y
la cabeza se resfrió. De una controvertida jugada nacida por el costado
izquierdo del visitante, Morelia tuvo claridad y cambiando el juego hacia los
linderos del área, el novel Carlos Guzmán recortó a una defensa descolocada y anidó
un zurdazo dentro de la cabaña americanista. Morelia volvía a tomar ventaja al
66.
América siguió buscando el arco
con la misma vehemencia pero también con la misma intrascendencia del principio
y fue hasta una jugada de táctica fija ejecutada científicamente por Darwin que
colgó un centro pasado para Goltz quien atinó a recentrar para el siempre
cumplidor Pablo Aguilar (que ingresó iniciando el 2T por Martínez) que empujó
la redonda al fondo de las redes. América volvía a contestar rápido el golpe.
En los minutos finales Las Águilas
tomaron a un Morelia agazapado en su propia área que no quería saber más nada
del juego y tuvieron tres chances de
llevarse la victoria, pero por las cosas del fútbol, le faltaron centímetros
para salir con los tres puntos del Morelos.
Ir dos veces a contracorriente
contra el sotanero general, aunque sea de visitante, es un mal resultado para
un equipo con el pasado y el presente americanista. El equipo de Matosas se manifestó
errático en pases de trámite y la mayor parte del tiempo volvió a carecer del
futbol necesario para abrir una estrategia tan burda como la de Monarcas. Siguen
siendo Darwin y Benedetto los que ponen el juego en el equipo; la orquesta aún
espera que Peralta aleje la somnolencia, que Rubens se calce otra vez la capa
de director y que Pellerano sea el pistón que se requiere de él.
Transcurridas cinco jornadas
América es séptimo. Ha ganado dos partidos, otros dos los ha empatado y tiene solo
una derrota. En su juego aún no alcanza a hacer un partido redondo; le falta
mucho en la zona ofensiva y, aunque atrás es per sé una zona descobijada,
requiere la suficiente coordinación y orden para resolver con mayor eficacia
los embates del rival. Con un mediocampo dudoso, es indispensable que las cosas
adelante se hagan mejor.
Aunque es momento que el equipo
aún no aparece, es esperanzador tener individualidades que pueden inclinar la
balanza a favor. Por de más titubeante inicio azulcrema; vienen partidos
importantes y con mayor dificultad, la escuadra tendrá que ir progresando
gradualmente antes de que el tiempo apremie.
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Se va gestando un ídolo (?) |
#TodosSomosDarwin
domingo, 1 de febrero de 2015
Amorfo (América 1 vs Tigres 0)
En una tarde de sol para postal
Las Águilas volvieron a hacer de local por segunda fecha consecutiva y
recibieron a unos inestables y desacelerados Tigres en lo que fue el cuarto
partido oficial de la era de Gustavo Matosas al frente de la escuadra
azulcrema.
Aunque muy tenue, ya se puede
empezar a mirar la mano del entrenador en el equipo; en la forma de buscar
afanosamente el balón desde la salida del rival, un sello del uruguayo. Y
también, el juego vio aparecer la que quizá sea la movida más inteligente del
DT hasta ahora: la lógica decisión de prescindir de un mediocampista ofensivo
como Arroyo, para darle cabida en el esquema a un segundo mediocampista central
en la figura del irregular paraguayo Martínez.
El sensato movimiento, paradójicamente,
resultó en la exhibición más pobre del conjunto águila en lo que va del
certamen. América, como en todos los
partidos hasta ahora, inició con la suficiente decisión de adueñarse del
trámite del juego. En otra situación que comienza a hacerse costumbre, fue de
nuevo Quintero quien, con toda su velocidad y aún con sus frecuentes malas
decisiones en la última jugada, el distinto en el equipo de Coapa. Con un Oribe
con el switch abajo, Benedetto participando más en el finiquito que en la
elaboración, Sambueza apenas volviendo a su posición original y el conjunto de
estos aún en franca etapa de conocimiento, América le debió sus oportunidades
más claras en el partido al buen pie de Darwin, la magnífica presión de sus
mediocampistas y las paupérrimas salidas del cuadro bajo felino.
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Llegó el primero de Benedetto |
Después de la anotación, América
no volvió a inquietar. Las ideas y el futbol brillaron por su ausencia, y
aunque Tigres empujó más a base de ganas que de buen juego llegando incluso a
tener su gran oportunidad en el ocaso del segundo tiempo, esta fue neutralizada
por un siempre confiable Muñoz.
América aún tiene mucho tiempo por
delante; el entrenador ha dado un paso importante para la construcción de un
sistema funcional al detectar una de las falencias del equipo y resolverla en
base a la lógica. No es la única, pero es tal vez la más importante. Aunque
América ha ido de más a menos en cuatro jornadas, es la magnífica calidad de la
mayoría de sus futbolistas la que ha cosechado puntos y deberá seguir haciéndolo,
pues eso significará a su vez, tiempo para que el entrenador termine de
aterrizar su idea y se pueda comenzar a ver en la cancha un equipo que no solo
gane, sino que también sea capaz de desarrollar un mucho mejor juego en el
campo de acuerdo a las herramientas que hay en el plantel. Pues hasta ahora el buen
juego ha estado ausente.
Hemos visto un equipo amorfo; con
mucha voluntad y músculo pero poco seso. Será trabajo del entrenador convertir
este Rocky I en Rocky III (?)
#HastaElMásCucoTerminaRatoneando
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