América recobró la memoria el pasado sábado y, superando un rocoso y
friccionado primer tiempo lluvioso, trabajó a ritmo preciso el triunfo ante uno
de los, en teoría, contendientes al título. Sin hacer locuras, Mohamed recurrió
a la lógica: como era evidente que Guerrero no podía iniciar otro juego,
ingresó a Martínez al medio campo azulcrema. Ante la baja de Layún, el Turco
se decidió por el Quick Mendoza, en una de sus últimas llamadas a sobresalir en
el equipo. No lo hizo mal. y parece que podría estar vías de resucitar.
Para cambiar la imagen que América había dejado en su anterior y desastrosa
presentación en liga, el equipo no aprovechó los primeros cuarenta y cinco
minutos. En realidad, ambos equipos ofrecieron un pobre espectáculo en la parte
inicial del encuentro. La lluvia alentó las fricciones y comenzó a llenar de
faltas el tiempo. Ningún cuadro pudo jamás envolver al otro con su fútbol y el
volumen de juego brilló por el lado americanista. Una defensa enjundiosa, un
Osvaldito Martínez con el nivel decente de inicio de temporada, ayudando en
defensa e intentando enlazar mediocampo con ofensivos, lo mejor de un primer
tiempo violentamente aburrido.
Para el complemento América entendió el juego, se hizo del balón y comenzó a jugar mucho más en campo rival. Con el empuje de la línea defensiva y contando con
Molina y Sambueza en plan protagónico, las Águilas hicieron en pocos minutos
todo lo que no pudieron en la primera mitad.
Demostrando el trabajo de Mohamed en la semana, América continúa siendo
peligroso en jugadas a balón parado sumando defensores para hacer daño al rival. Pablo
Aguilar abrió el marcador, confirmó su estado letal al remate y encaminó a los
azulcremas a una victoria sencilla.
Con el transcurso de los minutos América controló el partido al ritmo que
quiso, sin pasar ningún apuro en cabaña propia y finiquitó el partido con otro
gol, producto de la incansable lucha de Peralta, peleando hasta el último el
balón y robándolo en el momento preciso para definir sin portero hasta el área
rival.
Oribe recordó cómo era anotar apagando así los, poco acertados comentarios, que comenzaban a cuestionarlo. América recobró la memoria, dejó en el
pasado el escandaloso resultado en el Azul y todo volvió a la normalidad:
Puntero sin muchos problemas.
Un escrito tan sencillo y fácil, como América ganando.
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El mejor |
#ElRegresodelQuick (?)
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